Canciones donde se hace un repaso de baules y pertenencias emocionales las hay a puñados. Yo también sé escupir mis miserias y poner a mis demonios contra la pared.
Las cosas van como van. Mi carrera artística, digo carrera y te confieso que me parece una auténtica gilipollez. Te decía, que mi trayectoría artística ha estado llena de altibajos y tropezones. Hubo tiempos en los que parecia que me comía los botones de las camisas y otros en los que ni los lápices ni la cuerdas tenían mucha actividad. En este clip y quizás sin saberlo o quizás sí, Diego Zaldivar no solo hizo una hermosa música sino que me agarró del pescuezo y me sacó por Barcelona de paseo: Vamos a hacer un clip. Ha quedado una cosa interesante, algo así como la navidad trasnochada de un personaje decadente. ¿Qué quieres que te diga? A mí me gusta.
Este contenido está únicamente disponible para LOZANISTAS.
Puedes identificarte en este enlace o adquirir la Recompensa Lozanista.
Esta canción nació de una forma extraña para mí. Pretendía hacer una canción que pudiese ser un blues lento y triste. Cuando tenía una letra más o menos apañadita se la mostré a mi pareja. ¿Y dices que esta letra la vas a regalar? De eso nada, quédatela para tí. Tendrá que ser en otra ocasión Ferrán y Cristina.
Este contenido está únicamente disponible para LOZANISTAS.
Puedes identificarte en este enlace o adquirir la Recompensa Lozanista.
Para mí esta canción tiene un par de cosas dentro que me vinculan a ella con más fuerza de lo normal. De hecho no recuerdo ninguna de mis canciones en la que no me haya mojado en mis historias de una u otra manera. Ojo, están plagadas de mentiras y medias verdades, pero estamos haciendo canciones no declaraciones ante notario.
Me gustaría que esta canción se hiciese un hueco en el nuevo disco y estuviese vestida con elegancia. Pero no una elegancia brillante. No, en esta canción se trata de que se nos quede cara de palo mustio con ganas de ser adoptado.