“La otra mañana vino José Antonio Ledesma a despertarme, yo tenía mi habitación hecha unos zorros. Llevaba durmiendo no sé cuánto tiempo, pero junto a mi cama había una guitarra. Su curiosidad por la guitarra y mis ganas de cantar nos hicieron pasar una mañana de música, risas y conversaciones.”
Este es el arranque de “Conversaciones con un Cantamañanas” una gamberrada músico-teatral que se empezó a concebir desde que Germán Madrid (Carro de Baco) hace unos meses me ofreciese en varias ocasiones la deliciosa sala Carro de Baco: “José Luis, aquí tienes tu espacio para cuando quieras. Tienes que venir a cantar.” Mi respuesta siempre era la misma: “Germán me tengo que desoxidar, cuando este en forma y con algo nuevo que ofrecer montamos algo. No quiero llegar y hacer las mismas canciones de hace nueve años.”

El tiempo fue pasando y las canciones llegando. El oxido de la piel lo fuí limpiando con algunos conciertos pequeñitos y cuando tuve un buen arsenal de canciones nuevas en los bolsillos y las ganas de cantar hablé con Germán y Antonia: “Familia, cuando querais ponemos fecha.” Una tarde Germán me habló de luces, escenografía.”No sé Germán un conciertito, acústico, íntimo…”. Salí de Carro de Baco después de aquella charla con la sensación de que había que hacer algo más. Que llegar allí y solo cantar sería poco. Caramba es un teatro, me dije. A la cabeza me vino mi amigo de la adolescencia Jose Antonio Ledesma.

En la adolescencia Ledesma y yo compartíamos gustos musicales y habíamos pasados muchas horas jugando con vinilos y samplers. En la actualidad acababa de descubrir a un Ledesma totalmente inmerso en la pasión del teatro… Y se me encendió la bombilla. “Ledesma nos tenemos que ver.” Quedamos una mañana en mi barrio, tomamos un refresco y le expliqué la idea. A Ledesma le encantó la idea. Pusimos sobre el papel los cimientos de “Conversaciones con un Cantamañanas”. Durante un par de meses escribimos entre los dos unas pocas de escenas. La cama, la habitación, algunos chistes.

No recuerdo el momento en el que decidimos que sería buena idea que viniesen amigos músicos a visitarme a aquella habitación. Pero modestamente creo que es el gran acierto del espectáculo. Darle al espectador la fantasia de que esta contemplando como unos artistas se reunen en la intimidad de una habitación caótica y comparten la mágia de la música o incluso la composición.
Personalmente en el estreno fue un lujo para mí reunir en un mismo escenario a Joaky, Ivan y Raul de Saudade, a Javi Jareño y a Mery y Luque de Mery Lemon. Son, cada uno en su parcela musical, los mejores creadores de canciones de mi ciudad.



Espero que si lees esto te animes a venir a alguno de los pases que durante los siguientes meses haremos en Carro de Baco. Siempre que ustedes quieran y tengamos público en el patio de butacas iremos haciendo “Conversaciones con un Cantamañanas”. Venga, va, ven.